En 2019, la construcción y operación de edificios alcanzaron un récord en emisiones de CO2, representando el 38% del total a nivel mundial.
En los últimos años, el sistema LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una de las certificaciones sostenibles más adoptadas por el sector inmobiliario. Sin embargo, especialistas advierten que podría no ser suficiente para reducir significativamente la huella de carbono de los edificios.
Según el Informe de Estado Global 2020 sobre los Edificios y la Construcción de la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GlobalABC), las emisiones generadas por el funcionamiento de los inmuebles a nivel global alcanzaron su punto más alto en 2019.