Por Tim Bajarin para Forbes
Silicon Valley se consolidó como el epicentro de la innovación tecnológica tras décadas de desarrollo, marcado por la atracción de talento, el apoyo del capital de riesgo y una cultura distintiva de asumir riesgos y fomentar la experimentación.
Se posicionó como un referente tecnológico desde sus inicios, impulsado por la invención del transistor en Bell Labs. En 1956, William Shockley, uno de sus creadores, estableció Shockley Semiconductor Labs en Palo Alto, sentando las bases para la industria de semiconductores. Entre sus colaboradores estaba Gordon Moore, quien posteriormente fundaría Intel en 1968, consolidando la región como un polo de innovación.
La evolución de la computadora personal también encontró su epicentro en Silicon Valley, gracias a empresas como Intel y Apple, que marcaron un hito en el desarrollo de las PCs. Asimismo, el lanzamiento del navegador Netscape Navigator desde esta región transformó el acceso al entorno digital, impulsando la era de Internet.