El ladrillo es uno de los elementos más básicos y esenciales en el mundo de la construcción. Sin embargo, a lo largo del tiempo, ha evolucionado significativamente para responder a nuevas demandas, como mejorar la durabilidad, el aislamiento y, ahora, incluso la producción de energía. Una de las últimas innovaciones en este ámbito es el desarrollo de un ladrillo solar que podría transformar radicalmente el sector de la construcción.
Este innovador material combina la tecnología cerámica textil (TCT) con células fotovoltaicas de perovskita, permitiendo que los edificios generen su propia energía. Diseñado para usarse en cubiertas, suelos y fachadas, este ladrillo consta de una malla de alambre de acero inoxidable donde se integran piezas cerámicas equipadas con placas solares. La investigación y el desarrollo de este producto han sido publicados en la revista Science Direct.