Por Lucía Bellochio, Fundadora y Directora Ejecutiva Trend Smart Cities
Cuando llegan los días cálidos de primavera, como efecto indisociable, los espacios al aire libre comienzan a poblarse de personas que buscan un rato de sol, paseos con temperaturas agradables y el tan esperado contacto con la naturaleza.
Sin embargo, al momento de organizar un encuentro en una plaza, una jornada recreativa en la costanera del río o una caminata por algún parque, aparece una limitación que determinará la duración de cualquiera de esas actividades: la necesidad de utilizar un baño.
Ahí es cuando las soluciones quedan en manos de la creatividad y los recursos de cada persona, ya que mientras algunas están dispuestas a pagar una consumición en un lugar para acceder a sus servicios, otras no tienen el dinero para hacerlo o está fuera de su alcance por posibilidades de acceso o distancias, entre otros factores.