¿Te acuerdas de cuando tuviste que esperar en una fila interminable para pedir un café, estacionar o entrar a un edificio? ¡Qué pesadilla! Pues imagina que tus inquilinos están pasando por lo mismo.
La experiencia de usuario (UX) ha llegado al real estate para ponerle fin a estas frustraciones y transformar tus espacios en lugares donde la gente quiera estar.