Más del 60% de los proyectos inmobiliarios que fracasan en América Latina no lo hacen por problemas constructivos, sino por errores de planeación comercial y falta de estrategia de salida, de acuerdo con análisis del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.
Entre los principales errores que originan estos fracasos encontramos:
- Sobreestimación del mercado objetivo.
- Desfase entre el producto final y el precio de salida.
- Ignorar los tiempos reales de absorción del mercado.
En el mundo de la inversión inmobiliaria, a menudo se celebra el hallazgo de un gran terreno, una ubicación prometedora o un proyecto espectacular. Pero muy pocos se detienen a pensar en lo más importante: ¿quién lo comprará después? ¿Hay un mercado real? ¿El precio de salida será competitivo? ¿El tiempo de absorción es razonable?
Invertir sin tener clara la salida comercial es como sembrar en un terreno infértil: por más esfuerzo, pasión o dinero que pongamos, los frutos simplemente no llegarán.
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El error de enamorarse del “potencial”
Es natural ilusionarse con las posibilidades que ofrece un terreno: su tamaño, su ubicación, sus vistas, su historia. Pero si no existe un mercado dispuesto y capaz de adquirir el producto final que desarrollaremos sobre él, todo ese potencial se evapora.
Cada día vemos proyectos inmobiliarios que, a pesar de haber sido diseñados con talento y ejecución impecable, terminan atrapados en un ciclo de ventas lentas, ajustes de precios, y en algunos casos, liquidaciones por debajo de su valor esperado. La razón principal: no se planeó la salida desde el principio.
Pensar en la salida desde el primer paso
Abordar cada evaluación de terreno no implica solo preguntarse “¿qué se puede construir?”, sino, y sobre todo, “¿qué se puede vender, cómo, a quién y en cuánto tiempo?”.
Herramientas como MAAT analizan no solo el uso de suelo y la normativa, sino también las condiciones actuales del mercado, los precios óptimos de salida, los perfiles de comprador potencial y los tiempos estimados de absorción. Con esta visión integral, es posible anticipar si un proyecto tiene verdaderas posibilidades de éxito o si se está sembrando sobre tierra estéril.
Los riesgos de ignorar la salida
- Capital inmovilizado: millones de pesos detenidos sin generar retorno.
- Desvalorización progresiva: conforme pasa el tiempo sin ventas, los activos pierden valor en el mercado.
- Pérdida de oportunidad: el costo de oportunidad de no invertir en opciones más rentables se multiplica.
El daño no solo es económico; también es estratégico.
Conclusión: planear desde la meta
Invertir bien es imaginar la salida desde el primer día. El éxito de un proyecto inmobiliario no se mide cuando se coloca la primera piedra, sino cuando la última unidad se ha vendido.
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Origiland es una firma especializada en identificar y evaluar oportunidades de inversión en el sector inmobiliario, centrada en determinar el valor residual de las propiedades para garantizar transacciones justas y exitosas. A través de su innovadora Matriz de Análisis y Adquisición de Tierra (MAAT), OrigiLand establece valores de adquisición alineados con las condiciones actuales del mercado, facilitando negociaciones efectivas y equilibradas entre todas las partes involucradas.
Con más de 30 años de experiencia, el equipo multidisciplinario de OrigiLand se dedica a conectar a socios inversionistas con terrenos adecuados para desarrollos habitacionales, comerciales o industriales, siempre buscando inversiones que se ajusten perfectamente a las necesidades y expectativas de sus clientes.
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