La industria de la construcción enfrenta uno de sus mayores retos: reducir su impacto ambiental sin perder eficiencia ni calidad. En ese camino, la innovación tecnológica está marcando el rumbo hacia prácticas más sostenibles. Una de las propuestas más disruptivas viene de la mano de los ladrillos impresos en 3D y sistemas de ensamblaje en seco, que permiten construir sin necesidad de utilizar cemento.
Uno de los desarrollos más destacados es Facadeclick, un sistema creado en Bélgica que permite levantar muros sin adhesivos ni mortero. La clave está en el diseño de los ladrillos, que incluyen dos perforaciones centrales donde se insertan conectores de polietileno de alta densidad (HDPE), lo que permite un encaje rápido y seguro, similar al de las piezas de LEGO. Este tipo de construcción no solo facilita el montaje, sino que reduce significativamente los tiempos de obra —hasta en un 40%— y los costos, al requerir menos mano de obra especializada y materiales adicionales.
